Cómo Detectar Y Tratar La Tendinitis En El Hombro

La tendinitis en el hombro puede incapacitarnos por varios días e incluso semanas, pues se puede agravar y la recuperación de la fuerza y movilidad normal se demora.

Una tendinitis ocurre cuando un tendón del cuerpo se inflama, lo que genera un aumento en su tamaño. Ya que ese incremento en su masa ocurre por líquidos y un proceso patológico, se pierde la fuerza y la funcionalidad.

Los tendones son estructuras de fibra que relaciona a un hueso con un músculo o un grupo de ellos. Es decir, unen al tejido óseo con el músculo para desarrollar los movimientos que queremos.

Igual que las demás formas de la tendinitis, aquella que afecta al hombro responde a una sobrecarga de la anatomía por uso repetitivo o muy intenso. En particular, el problema con esta articulación es que suele molestar de forma repetitiva, por lo que quien la sufra siempre debe tomar precauciones.

Más de la mitad de las personas sufriremos tendinitis alguna vez en la vida, por lo que es un trastorno importante. La que afecta al hombro es una de las más comunes.

Qué causa la tendinitis en el hombro

El uso intensivo y repetitivo de un tendón o la sobrecarga de fuerzas puede generar inflamación. En la tendinitis de hombro, la articulación afectada será la cintura escapular, que vincula el omóplato, la clavícula y el húmero.

Si el paciente es de avanzada edad hay que añadir el factor de la artrosis, pues cuando las articulaciones se vuelven más rígidas es más fácil padecer una tendinitis debido a menores esfuerzos. Y es que no sólo los huesos sufren el paso de los años, pues los tendones pierden su elasticidad con el paso de los años y un estiramiento puede redundar fácilmente en inflamación.

Otro grupo de riesgo son los deportistas que emplean sus miembros superiores en la práctica, como el remo, baloncesto, béisbol, boxeo y otros.

De esa manera, está la distinción entre los trastornos degenerativos y los deportivos. Mientras los últimos son sufridos por personas jóvenes, usualmente atletas de un deporte que necesita mucho movimiento de hombros, los segundos son pacientes ancianos con antecedentes de sufrir artrosis.

Síntomas

Cuando ya se ha instalado la tendinitis, su primer síntoma es el dolor al realizar determinados movimientos. Puede suceder al mover el hombro en grandes ángulos como en pequeños giros.

Además, la zona afectada se pone sensible: duele la palpitación, especialmente en el trayecto de los tendones más inflamados. La ropa muy ajustada puede generar molestias, irritación e incluso episodios agudos.

Por la posición que adoptamos al dormir, el dolor se puede intensificar de noche. usualmente los hombros sufren mayor presión, y el reposo se interrumpe por la aguda molestia (por ello es que a algunos pacientes se les aconseja dormir sentados).

Lo que más repercute, seguramente, es la impotencia funcional: los hombros con tendinitis no pueden estirarse ni tomar objetos relativamente cercanos. Se hacen más difíciles tareas como vestirse, preparar comida, atarse las zapatillas, ejercicios, etcétera.

Tratamientos

En la mayoría de los casos se procede con un tratamiento conservador, que evita la cirugía por artroscopia. El camino son los medios físicos, como la rehabilitación.

En ese sentido, se crean planes a medida de cada paciente. Es que no es lo mismo un anciano con artrosis que un deportista lesionado por su entrenamiento. Son distintas posibilidades y contextos.

La utilización de antiinflamatorios quedará a criterio del médico tratante y del paciente, pues sólo sirven para desinflamar la zona. Si no se acompaña con terapia, frío local y reposo del hombro, es difícil que el efecto ayude. Su indicación suele darse para mejorar los dolores al principio del trastorno.

Pueden usarse antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos. Los primeros son corticoides, que deben emplearse por dosis y tiempo limitado para evitar sus efectos adversos. Los segundos permiten mayor flexibilidad, aunque su abuso genera reacciones adversas al aparato digestivo.

Depende de la edad

La tendinitis en el hombro no es igual para todas las personas ni para todas las edades: a veces puede pasar desapercibida sin afectar la vida cotidiana, resolviéndose luego de un par de semanas.

Es diferente en el caso de los deportistas, que sienten cómo se limita su entrenamiento, o un oficinista que trabaja en computadora y no puede hacerlo por el dolor.

Siempre consulta al médico frente a estas dolencias, para que el profesional pueda hacer pruebas de diagnóstico y, de ser necesario, podrá derivar a un fisiatra.