Estudios Demuestran Que Los Maridos Estresan A Sus Esposas Más Que Los Hijos

No es novedad que las mujeres casadas tienden a experimentar mucho más estrés que aquellas que se encuentran solteras, pues la carga del trabajo, la maternidad y le matrimonio es gigantesca. Cuando están estresadas, las esposas suelen sufrir de dolores de cabeza, enojo y fatiga.

Aunque la paternidad también sea abrumadora, los esposos también aportan una parte importante del estrés en sus parejas. Según un estudio, el 46% de las esposas dicen que los niños generan menos presión que sus maridos, en una cifra que no cuenta los casos donde hay violencia de algún tipo o infidelidades.

A continuación te contamos sobre este estudio, que habla sobre cómo los maridos influyen negativamente en sus esposas, y cómo evitar las consecuencias negativas dentro de tu pareja.

Los maridos que actúan como un hijo más

Los hombres suelen comportarse como niños hasta que tienen unos 43 años (lo dice la ciencia). Y esto no es sólo con su frívola actitud frente a los problemas y los deberes, pues también ocurre en su interacción con los más pequeños.

“Un pequeño de 7 años va a seguir siendo eso, pero una persona de 35 años que actúa como un niño de esa edad es muy estresante, porque debería saber mejor que un chico lo que hace”, señala una de las esposas que participaron en el estudio.

A menudo los padres se divierten con sus hijos, por lo que son percibidos como amigos, cómplices en las tareas divertidas y compañeros que lo permiten todo. Son las madres quienes cargan por cuestiones relacionadas a la educación, la disciplina y la salud de los niños. Son ellas quienes hacen cumplir la rutina diaria de sus hijos (y muchas veces incluso hasta de sus maridos), además de dar instrucciones y evitar desastres.

Esto las convierte en “el policía malo” de la historia, lo que afecta su relación con sus hijos y con su pareja.

Solución:

Apégate a la unidad: si uno de sus padres le prohíbe algo al pequeño, el otro debe apoyar esa decisión. Hay que actuar coordinadamente cuando se trata de permisos, castigos y prohibiciones.

También es importante compartir de manera equitativa la responsabilidad en el cuidado diario de los niños. Los niños no pueden unirse a un equipo de natación o hacer un cita con el médico por sí mismos, pero los adultos sí. Y es acá donde el esposo puede hacer su parte, para que las madres también puedan disfrutar de la diversión con sus hijos que suele ser dominada por ellos.

Las abrumadoras tareas domésticas son realizadas sólo por las mujeres

Un estudio halló que 1 de cada 5 madres dice que sus cónyuges no realizan tareas domésticas, por lo que ellas deben hacerse cargo de ellas a diario, lo que genera mucho estrés. Las esposas suelen pasar realizando deberes, mientras los esposos se relajan.

Las mujeres cocinan, limpian, pagan facturas, van al supermercado y planifican el presupuesto. Y junto con ello, muchas veces deben hacer las tareas de aseo en el hogar.

Todas ellas son actividades muy importantes para la estructura familias, pero son realmente abrumadoras si las realiza sólo una persona.

Aunque no sean las tareas más fáciles o agradables (las tareas domésticas generan más estrés que el trabajo de oficina porque no son recompensadas ni reconocidas), cuando una esposa cuida la casa sola simplemente su agobio aumentará hasta resultar insoportable.

Solución:

La solución obvia es que el esposo debe hacer su parte en las tareas domésticas, pues las responsabilidades familiares deben ser compartidas para que un matrimonio sea exitoso.

Los dos cónyuges deben apreciar los esfuerzos del otro, pues cualquier trabajo -sea remunerado o no- es igualmente valioso. Cuando las tareas domésticas se dividen por la mitad, se realizarán más rápido y dejarán tiempo que puede ser usado para divertirse en familia.

Las mujeres se sienten culpables y no tienen tiempo libre

Con todos los deberes descritos anteriormente, las esposas suelen carecer de tiempo libre, en especial cuando trabajan a tiempo completo. Luego de trabajar, deben prestar atención a cada miembro de su familia y hacer todas las tareas domésticas, lo que conduce fácilmente al estrés. Además, como deben hacerlo todo con prisa, cometerán errores que terminarán por afectar sus relaciones y su autoestima.

Toda la responsabilidad de sus hijos, su esposo y la familia recae en los hombros de la mujer, quien se siente culpable cuando algo sale mal. Es ese sentimiento el que puede agobiar a una persona.

“Me siento como si estuviera descubriendo mucho sobre la crianza de mis hijos por mi cuenta, sin el aporte de mi esposo. Eso me estresa, porque cuando algo sale mal es mi culpa”, contó una de las entrevistadas en el estudio.

Solución:

Para que una esposa no se estrese por su falta de tiempo, es necesaria la repartición igualitaria de las tareas domésticas y el cuidado de los niños, además de la responsabilidad sobre la familia en general. Si los cónyuges conversan sobre sus problemas, toman decisiones como pareja y se hacen responsables por ellas, podrán estar más unidos y resolver lo que les aparezca.

El estrés puede matar una relación y tener un efecto negativo en la salud, por lo que es muy importante evitar estas tensiones en la vida familiar.