5 Consejos Para Tratar La Enfermedad Del Hígado Graso

El hígado es responsable de muchas funciones importantes en nuestro cuerpo, por ejemplo, ayuda a la digestión, almacena ciertos nutrientes y ayuda al cuerpo a deshacerse de las toxinas. El día de hoy veremos la condición en la que la grasa se acumula en el hígado y que se conoce como enfermedad del hígado graso.

Existen dos tipos de enfermedad de hígado graso:

La enfermedad del hígado graso alcohólico, también conocida como esteatohepatitis alcohólica y la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).
El hígado es un órgano sorprendentemente bueno para repararse a sí mismo. Significa que la enfermedad del hígado graso puede revertirse si no ha progresado. Lo que tienes que hacer es implementar algunos cambios en tu estilo de vida para ayudar a tu hígado a recuperarse.

 

Factores que pueden aumentar el riesgo de NAFLD son: 

Tener sobrepeso u obesidad
Tener diabetes tipo 2
Altos niveles de colesterol en la sangre
Alta presión sanguínea
Uso prolongado de ciertos medicamentos como corticosteroides
Pérdida de peso rápida
Estar infectado con hepatitis viral

 

Síntomas de enfermedad de hígado graso

La enfermedad de hígado graso frecuentemente no muestra ningún síntoma. Aunque algunas personas pueden experimentar cansancio y una ligera molestia en la parte superior derecha del abdomen. Si hay inflamación presente, puedes presentar los siguientes síntomas:

fatiga, debilidad, confusión, pérdida de apetito, dolor en tu vientre

Las personas con enfermedad de hígado graso tienen un mayor riesgo de cirrosis (cicatrización hepática). Los signos y síntomas de la cirrosis incluyen:

acumulación de líquido en el abdomen. atrofia muscular, hemorragia interna, ictericia (la piel y el blanco de los ojos se vuelven amarillos), insuficiencia hepática.

Tratamiento de la enfermedad del hígado graso:  No hay un tratamiento estándar para la enfermedad del hígado graso.

Te damos estos consejos para que ayudes a que tu hígado elimine el exceso de grasa:

Vacunarse contra la hepatitis A y B para evitar complicaciones, perder peso gradualmente y de manera saludable,
reducir la cantidad de alimentos grasos y azucarados, ingerir más vegetales, frutas y granos enteros. Si estás tomando algún medicamento, pregúntale a tu médico si necesitas cambiar la dosis o comenzar a tomar diferentes medicamentos. Recuerda siempre acudir a tu doctor para que te dé un diagnóstico claro y te indique el tratamiento a seguir.