4 Consejos Para Que Sepas Cómo Escoger Las Mejores Semillas De Limón

Tener arboles frutales en casa es realmente algo maravilloso, pero tener un limonero es lo mejor, pues los limones son frutas de una versatilidad enorme. Para lograr cultivarlo, se pasa de tener una diminuta semilla  a ver posteriormente una planta fuerte y radiante con innumerables hojas, grandes flores y, por supuesto, frutas deliciosas.

El limón es una fruta rica en vitamina C que tiene muchísimos uso,  desde recetas en la cocina hasta la fabricación de productos de belleza. A pesar de que cultivar un árbol de limón puede parecer una tarea difícil, a continuación te dejamos una lista en detalle de los pasos que debes seguir para lograrlo y así puedas tener esta increíble planta en casa:

 

1. Escoger la semilla adecuada

El primer paso es escoger la semilla adecuada y es el más importante, pues debe ser una semilla grande y en perfectas condiciones. Recomendamos plantar hasta 10 semillas de una sola vez, pues en caso de que una no germine, estarán las otras; de lo contrario, la planta será muy débil.

Algo que no debes olvidar es que se deben limpiar las semillas antes de sembrarlas; para eso, debes quitar esa capa viscosa que recubre la semilla y de esta manera evitarás que se pudran. El procedimiento  es muy sencillo y sólo debes lavar la semilla con agua y luego secarla con papel absorbente.

 

2. Preparar un macetero con abono

El tamaño del macetero dependerá de cuántas semillas decidas sembrar. Si vas a sembrar una sola semilla, escoge un macetero de 10 centímetros de ancho por 15 centímetros de profundidad y asegúrate de que el macetero tenga unos huecos al final para evitar que las raíces se pudran. Los limoneros necesitan de un suelo con buen drenaje para que puedan crecer, por lo que es ideal sembrarlos en una tierra pasteurizada que esté libre de cualquier tipo de bacterias.

 

3. Sembrar la semilla

Una vez que llenes el macetero con tierra, añádele un poco de agua hasta que el centro esté húmedo, luego cava un pequeño hueco con ayuda de un lápiz o con tus dedos. Luego, vierte las semillas en el fondo del macetero y asegúrate de que la parte puntiaguda de la semilla quedé hacia abajo, luego cubre con la tierra restante.

Lo ideal es que pongas el macetero en un lugar cálido y soleado, luego cubre el macetero con una película de plástico y hazle algunos agujeros, ésto permitirá que la tierra se mantenga cálida y que el aire circule mejor. Riega el limonero cada vez que veas que el suelo se está comenzando a secar y, cuando veas que están empezando a nacer los primeros brotes, remueve la película de plástico.

 

4. Tener paciencia

Cuando la planta está comenzando a tener sus primeros brotes, sólo es cuestión de tiempo y buen cuidado para que se convierta en un árbol maduro. Riega tus pequeños limones al menos dos veces por semana y asegúrate de que reciban suficiente luz del sol. Lo más importante es tener paciencia, pues pasarán algunos años antes de que tu limonero empiece a dar frutos. Algo que no debes olvidar es que no todos los árboles dan frutas, por lo que si ésto te ocurre procura disfrutar de su belleza e intenta volver a sembrar otro limonero siguiendo el mismo procedimiento, verás que en uno de esos intentos lograrás cultivar tus propios limones.