Techos Verdes: Jardines En Las Azoteas Disminuyen Considerablemente Consumo Energético

Las azoteas pueden cambiar la manera en que conservamos la energía. Son vastos espacios que usualmente son infrautilizados, pero que podrían reducir el consumo de energía y producir alimentos además de entregar un hogar para la vida silvestre más vulnerable.

Basta con un simple jardín en la azotea, que creará más espacios verdes y hará nuestra ciudad más sostenible.


Los jardines azoteas

Los gigantescos edificios de hormigón que dominan los horizontes de las ciudades con frecuencia ignoran el espacio extra que escapa de nuestra visión. Debido a la poca cantidad de suelo disponible, que cada día se reduce más en las zonas urbanas, es más importante que nunca buscar formas de aprovechar las zonas altas.

Los tejados verdes son una de las respuestas que necesita nuestra crisis urbana, pues son una forma rentable de reducir el consumo de energía de un edificio, entre otros beneficios más.

Existen dos tipos de jardines en las azoteas:

  • Tejado verde intensivo:

En un techo plano, este sistema usa una capa gruesa de suelo frecuentemente de varios centímetros de profundidad. Muchas veces los lechos de jardines elevados pueden usarse para cultivar una diversa gama de plantas, como hortalizas e incluso árboles más grandes. Es una gran de suelo nutritivo muy útil.

Este tipo de jardines suelen montarse en edificios comerciales con una estructura lo suficientemente robusta como para soportar el peso del jardín. Además, usualmente requieren más mantenimiento que otras clases de jardines de techo. Pero su beneficio adicional es que es posible producir alimentos en pleno corazón de la ciudad.


  • Tejado verde extensivo

Este tipo de jardín utiliza una carga bastante más ligera en comparación al intensivo, pues consta de una capa fina de suelo que se extiende por todo el tejado, poblado por especies como las gramíneas y las suculentas.

Son plantaciones de bajo mantenimiento y que crece más rápidamente con el poder de absorber el calor, refrigerando el edificio en el proceso. Con apenas unos centímetros de espesor, son ideales para una variedad de techos distintos.

Estos tejados verdes extensos pueden verse impresionantes, pues cubren el antiestético hormigón con diseños vegetales muy únicos. Son una gran opción para edificios residenciales más pequeños, pues pueden llenarse con plantas resistentes a la sequía que sobreviven a los peores climas y ayudan a reducir las facturas de energía.


Conservando energía

Estos jardines de las azoteas usan uno de los mejores aislantes: la vegetación y el suelo. La vegetación, sea la de las selvas tropicales sudamericanas o de los bosques de coníferas europeos, siempre ha entregado un refugio natural contra el calor. Los árboles y el espesor de la maleza protegen del sol, permitiendo que lo que hay debajo se mantenga fresco.

Los días calurosos pueden subir la temperatura de la parte superior de los edificios que, sin una capa aislante, pasará a través del resto de sus pisos ya que el hormigón actúa como conductor. Debido a ello, se utilizan sistemas de aire acondicionado que, en climas cálidos, hace que los residentes gasten el 70% de su factura eléctrica en costos de refrigeración.

Por ello es que se necesita resaltarla increíble eficacia de aislamiento producido por los jardines en las azoteas. El suelo aísla y las plantas bajan la temperatura mediante la transpiración y la fotosíntesis. Y cuando añadimos agua a la ecuación, su efecto enfriador es el doble: el suelo húmedo se enfría de forma natural mientras el agua se evapora, lo que refrigera la superficie bajo él.

Este es un proceso beneficioso en verano, pero los jardines en los tejados también evitan que el edificio pierda calor en invierno pues actúa como una capa de aislamiento climático en el tejado. De esta forma, mantienen durante todo el año temperaturas estables en los edificios sin importar el clima.

Ahorro de dinero

Ahorraremos dinero gracias a bajar el consumo de electricidad que necesitan los sistemas de refrigeración y calefacción. Las bombas de calor y los aires acondicionados son grandes consumidores de energía, así que el ahorro será mayor en temperaturas más extremas que en climas templados. Pero independiente de ello, un jardín en la azotea ayudará a reducir el consumo de energía.


Otros beneficios

  • Reducen las emisiones de CO2. SI toda una ciudad tuviera tejados verdes, su cantidad total de CO2 emitida bajaría considerablemente pues los jardines absorben el CO2 del aire y liberan oxígeno. Así, crean un saludable entorno urbano.
  • Entrega un espacio para la misma vida silvestre que el desarrollo urbano ha desplazado, debido a la destrucción de grandes extensiones de sus hábitats naturales. Por ejemplo, ofrecen lugares de anidación y hogares para insectos, lo que atrae aves. Además, las plantas con flores entregan alimento y hábitat para las abejas.
  • Entrega una mejor gestión de las aguas pluviales, pues los jardines atrapan el agua y la gestionan mejor en caso de severas tormentas.
  • Pueden producir alimentos locales en ciudades densamente pobladas. Además, cultivar alimentos en pleno centro de la ciudad reduce los costos de transporte. Una comunidad que se coordine en un edificio puede producir un huerto comunitario.
  • Ayudan a mejorar nuestro estado anímico, pues los espacios verdes reducen el estrés general de la población.