Remedios Naturales Para Curar El “Hígado Graso”

El “hígado graso” es realmente la esteatosis hepática y es una condición reversible que puede desaparecer si se modifican los hábitos alimenticios. No es algo normal, pero no es tan grave si se trata a tiempo.

Este problema se presenta en las personas cuyo nivel de grasa en este órgano representa entre 5 y 10% del peso hepático, generalmente son los enfermos de diabetes o las personas mayores de 50 años. Existen dos tipos:

  • Hígado graso por alcohol: Causado por beber alcohol en exceso y es la etapa temprana de un trastorno hepático como la cirrosis. El hígado no logra descomponer las grasas y éstas se van acumulando. Si la persona deja el alcohol, la condición desaparece luego de 6 u 8 semanas de abstinencia; pero si la personas sigue consumiendo parecen otras complicaciones más severas.
  • Hígado graso no alcohólico: No es causado por la ingesta de alcohol, pero también es una de las causas de la cirrosis. Esta enfermedad sustituye el tejido sano del hígado por uno “cicatrizado” lo que a largo plazo impide que el órgano funcione correctamente. Algunas de las razones que lo desencadenan son la obesidad, la diabetes tipo II, el colesterol elevado, el síndrome metabólico o síndrome X, los niveles altos de triglicéridos o perder peso demasiado rápido.

El “hígado graso” no suele presentar síntomas evidentes o características, por lo tanto es común confundirla con otras dolencias o enfermedades. Cuando el trastorno avanza, los signo de alerta son:

  • Ansiedad por las tardes
  • Fibromialgia
  • Grasa abdominal
  • Ácido úrico, colesterol y triglicéridos elevados
  • Caída del cabello
  • Acné
  • Verrugas en cuello y axilas
  • Apnea del sueño (ronquidos)
  • Fatiga
  • Pérdida del apetito
  • Problemas para bajar de peso
  • Náuseas
  • Dificultad para concenrtarse

 

Remedios naturales para tratar el “hígado graso”

Es recomendable que las personas que padecen esta condición realicen algunos cambios en su vida, sobre todo lo relacionado con la alimentación y los hábitos de beber alcohol en exceso.

  • Alcachofa: No tiene muchas calorías, es un diurético excelente, ayuda a regular el colesterol y el azúcar en la sangre y disminuye la absorción de grasas. Lo ideal es consumirla al menos dos veces por semana, cocidas o al horno, sin aderezos, salsas o cremas.
  • Níspero: Mejora las funciones hepáticas y tiene un efecto depurador, lo recomendables es consumirlas como postre.

  • Rábano y betarraga: Ayudan a desinflamar y depurar el hígado, además aportan pocas calorías. El rábano se puede consumir crudo o rallado en ensaladas y la betarraga se hierve para preparar ensaladas o como acompañamiento.
  • Cardo mariano: Las hojas secas sirven para hacer una infusión que protege el hígado y mejoran funciones. Se deben consumir tres tazas diarias, con una cucharada del cardo mariano en cada una.
  • Diente de león: Es depurativo y ayuda a limpiar el hígado y mejorar la salud hepática. Lo ideal es consumir tres tazas al día de una infusión hechas con una cucharada de diente de león por cada 1/4 litro de agua hirviendo.

  • Boldo: Esta planta sirve para eliminar las toxinas y eliminar la grasa del hígado. Se puede consumir un té de boldo después de las comidas, ya que además ayuda a la digestión.
  • Limón: Recomendable para quienes no tiene problemas de sensibilidad y acidez. Añade jugo de limón al té, ensaladas, bebidas y las preparaciones que quieras, ya que es uno de los limpiadores hepáticos más potentes y ayuda a eliminar las grasas que se acumulan en este órgano.
  • Jengibre: Contiene antioxidantes y sirve para reducir los triglicéridos. Tritura dos cucharaditas de su raíz y ponlas en una taza de agua hirviendo. Deja reposar por unos minutos y bebe antes de que se enfríe. También puedes agregarlo a las ensaladas rallándolo.

  • Achicoria: Lava y pica un kilo de raíz de achicoria, procésala y ponla en una olla con medio kilo de azúcar. Hierve hasta conseguir algo similar a un jarabe y consérvalo en una botella de vidrio con cierre hermético. Bebe una cucharadita todos los días.
  • Pomelo: Uno de sus componentes principales, la naringenina, activa los químicos responsables de oxidar las ácidos grasos. Además sirve para disminuir la grasa del cuerpo y atenuar el síndrome metabólico, dos de los factores relacionados con esta enfermedad.