7 Consejos De Crianza De Una Madre Floja, Cuyo Método Ha Sido Apreciado Por El Mundo

Anna Bykova es una madre perezosa y lo admite. Ella es psicóloga y autora de bestseller dice que el título de madre floja le da posibilidad de desarrollar su independencia. Ella quiere hacer todo por sí misma y aunque a veces no quiere lavar los platos, permite que un niño de 7 años lo haga para que aprenda, sin importar que moje el piso quiebre platos o los deje medianamente sucios y aunque ella hará de nuevo la tarea sin que él lo vea.

En este medio de crianza no hay lugar para la sobreprotección y aquí compartimos con ustedes algunos trucos de esta madre y autora.

Enseñar aun niño a usar el orinal

Esto se logra con paciencia y muy gradualmente.

  • El orinal debe estar a la vista del pequeño y siempre en su lugar. No hay que forzar al niño a que lo use.
  • No olvides alabar cualquier resultado, aunque el niño apenas se haya sentado en el objeto y no orine en él.
  • Sienta a un oso de peluche en el orinal y relata como es genial que los personajes de un cuento tengan los pantalones secos. Lo demás es cosa de tiempo.

Un extracto del libro de Anna Bykova Un niño independiente, o ¿cómo convertirse en una “madre perezosa”?.

Prevenir rabietas

  • Saca de la vista del niño aquello que no puede tomar
  • Muéstrale un estímulo brillante y ofrécele una actividad más interesante. Lleva contigo burbujas, un globo o juguetes de cuerda baratos.
  • Las tijeras son peligrosas, pero si un niño quiere jugar con ellas puede hacerlo bajo la mirada atenta de su madre. Las prohibiciones ponen nervioso a los niños y limitan su desarrollo.
  • Puedes decir “Por supuesto, pero después” o “Sí, pero…” con otras palabras: “Por supuesto, jugaremos, solo dormiremos un poco y luego jugaremos”.
  • Para interrumpir un juego y llevarlo a comer, haz que el niño alimente a un juguete. Para alimentar a un pequeño constructor en vez de “Deja los cubos, vamos a comer un poco de sopa”, anuncia que el equipo de construcción tiene su hora del almuerzo.
  • Ofrece una alternativa: “¿Primero armarás autos o soldados?”. Este método no va a funcionar siempre: solo a partir de la edad cuando el niño pueda elegir o rechazar ambas opciones.

Calma a un niño cuando ya se ha iniciado una rabieta

  • Desvía su atención.
  • Cálmalo. Con el tiempo las familias desarrollan su propio ritual para calmar a un niño ya sea con un poema, un cuento o un juguete. La madre puede soplar para secar las lágrimas o dar de beber agua ”mágica” para calmarlo.
  • Ignora. Si has usado los otros métodos y no hay riesgo para su salud puedes dejar que el niño llore e ignorarlo por un tiempo. No regañes al niño, ni lo encierres, mejor dile: “Probablemente, solo quieres llorar ahora… Cuando te canses de llorar, tú y yo [sugerir algo interesante]”.

Alimenta a un niño que no come mucho

Olvídate de alimentar al bebé ya que él te notificará que tiene hambre con un grito que no logrará ser calmado hasta que le des comida.

  • Cuando le ofrezcas a un niño una comida variada y multicolor, recuerda un momento psicológico delicado: ¡lo principal es no comenzar a persuadir! Deja que el niño tenga hambre. Cuando la comida se asocia solo con momentos positivos, el apetito es mucho mejor.
  • Involucra al niño en el proceso de cocción para que pueda crear. Experimenten con ingredientes, elijan alimentos para la cena en la tienda y así el pequeño no tendrá problemas con el apetito.
  • No alimentes al niño en exceso ni le pidas que no deje nada en el plato, ya que el va a comer cuando tenga hambre. Hacerlo comer demasiado no es una buena forma de cuidarlo.

Si el niño no come

  • Si no come nada en la comida principal, deja que coma bocadillos entre comidas.
  • Saca los alimentos con potenciadores de sabor y aromatizantes ya que si se acostumbra a este tipo de comidas, cuando deba comer una de tipo saludable en su jardín infantil, esto le parecerá poco apetecible.
  • Dale menos cosas dulces.
  • Camina más con él. Esto tiene un efecto favorable en el apetito del niño.

Cómo dormir a un niño

las razones para que a un niño le resulte difícil conciliar el sueño incluyen el hábito de quedarse dormido llorando, la percepción de que la hora de dormir es un castigo y la importancia hipertrofiada de tener que dormir cuando los padres dicen.

  • Terapia orientada al cuerpo. Me sentaba en la silla junto a la cama. Ponía una mano del niño en su cadera, al mismo tiempo fijando suavemente sus piernas y la otra mano en el hombro y hacía movimientos de balanceo muy leves. Esto le permitía lograr la relajación muscular, así como relajar el sistema nervioso del cuerpo.
  • Respirar juntos. Sostenía mis manos sobre el cuerpo del niño, me unía a su respiración y respiraba un rato como él. Hacía mi respiración más profunda. Luego comenzaba a balancearse lentamente rítmicamente. Debido a los movimientos oscilatorios y la respiración lenta, llegaba la relajación y los niños se dormían muy rápido.
  • Lectura monótona. Al leer el texto del cuento de hadas, insertaba las frases sobre la relajación y el sueño: “Y luego llegó la princesa… Y el príncipe… Y se fueron a descansar un poco, porque después tenían muchas cosas que hacer…”. Es necesario leer de forma prolongada, exhalando, con pausas para una respiración suave y una desaceleración gradual en la velocidad del habla. Con este tipo de lectura, también se produce la desaceleración en la respiración entre los oyentes.

Enseña a un niño a dormir por separado

  • Introduce un atributo de sueño tranquilo que puede ser un juguete con el que el bebé duerma. Así es fácil que concilie el sueño en su cama y en cualquier otro lugar.
  • Mudense juntos de cama. Si el niño dormía con sus padres, el niño y la madre pueden mudarse a una cama nueva para que se acostumbre a su cama nueva que luego será la habitual y en la que se podrá acostumbrar más tarde a dormir sin su madre.
  • Crea un incentivo adicional. Elige con el niño ropa de cama nueva y accesorios como estrellas resplandecientes para el techo, una linda lámpara o un talismán para soñar bonito.