Este Súperalimento Asiático Está De Moda Y Te Contamos Porqué

Quizás lo hayas escuchado nombrar como kale o col rizada, pero no sabías que era un súperalimento que está de moda por tener muchísimas propiedades y beneficios para tener una dieta saludable y baja en calorías.

Hablamos de una hortaliza de origen asiático, emparentado con el brócoli, la coliflor y los repollitos. de brusela. Nutricionalmente está compuesto casi en su mayoría por agua, vitaminas C, K, B1, B2, B6 y E, y minerales, dentro de los que se destacan el calcio y el hierro.

 

1. Tiene mucho hierro

El kale tiene más hierro que la carne animal, lo que lo convierte en un aliado especialmente en dietas vegetarianas y veganas. Consumir alimentos con hierro ayuda a prevenir anemias. El hierro es un mineral muy relevante,  porque incide en la formación de hemoglobina. También favorece la reconstrucción de tejidos y mejora el funcionamiento del hígado.

2. Aporta calcio

Ayuda a mantener la salud de los huesos, a prevenir la osteoporosis, y a mejorar el desarrollo de piel, uñas, pelo y esmalte de los dientes. Así como sucede con otros alimentos de origen vegetal como el sésamo, el kale aporta 135 mg de calcio cada 100 gramos.  También, aporta otros minerales como el magnesio, potasio y manganeso.

3. Tiene antioxidantes

El kale aporta vitaminas A, C, K y B6, tiamina, y también carotenoides y flavonoides, dos antioxidantes naturales que ayudan a prevenir el envejecimiento celular.

4. Nos hace sentir satisfechos

Al tener mucha fibra, el kale nos hace sentir más satisfechos. También ayuda a depurar el organismo, ya que la fibra actúa como un “cepillo” a nivel interno.

5. Ayuda a adelgazar

El kale casi no aporta calorías, sus grasas saturadas y colesterol son mínimas; y su fibra ayuda a regular los niveles de colesterol en sangre.

La forma correcta de comer Kale

Lo ideal es comerlo crudo como cualquier otra hoja verde y es importante informar que el kale tiene un sabor fuerte. Es recomendable que le quites el tallo porque puede ser muy fibroso. Puedes agregarlo en ensaladas o sándwiches como complemento; comerlo a penas hervida con un poco de aceite de oliva; o hacer tartas, salteados o soufflés. Existe otra opción que es consumirlo en jugos o licuados con frutas y/o semillas. Se recomienda comerlo dos veces por semana y verás sus resultados y beneficios.