La primera ministra de dicho país anunció la política de desperdicio cero comprometiendo 50 millones de dólares para investigar sobre alternativas al plástico.
Jacinta Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda prometió 50 millones para investigación sobre alternativas al plástico de un solo uso.
Ella busca eliminar este tipo de residuos en el 2025 prohibiendo cubiertos, bastones de algodón y pegatinas en frutas entre otros, con excepción de productos para personas con discapacidad.
Esto se basará en el prohibición que ya existe sobre el uso de las bolsas de plástico en ese país y las empresas tendrán un tiempo suficiente para adoptar la medida. Además el Partido Laborista también se ha comprometido a estandarizar el reciclaje en toda Nueva Zelanda.
La medida fue comunicada por Ardern y el ministro de Medio Ambiente, David Parker, en la organización benéfica Sustainable Coastlines de Auckland en la mañana del 27 de septiembre. La primera ministra dijo que el 61% de los desechos que se han recuperado en las playas de Nueva Zelanda son plástico y que la organización mencionada recogió 23 mil 200 pajitas de plástico en las playas de Auckland.
“Deshacerse de los plásticos es uno de los principales temas sobre los que me escriben los niños, por lo que esta política se trata de garantizar que mantengamos nuestra imagen verde limpia, reduzcamos los desechos en nuestro medio ambiente y creemos un futuro del que nuestros niños puedan estar orgullosos. […] Muchas empresas ya están utilizando alternativas de plástico y es probable que al señalar estos cambios veamos más empresas haciendo el cambio. El Fondo de Innovación de Plásticos invertirá un fondo de $50 millones de dólares para desarrollar y fabricar alternativas a los productos de plástico, con un enfoque en artículos de un solo uso y difíciles de reciclar”, dijo Adern.
Ardern dijo que muchos plásticos de un sólo uso ya tenían una alternativa por lo que las prohibiciones de esos artículos estarían listas antes del 2025. Para lo demás, las empresas tendrán 5 años para encontrar sustitutos.
Además se busca recolectar materiales reciclables en aceras lo que se pagaría con un impuesto que ya ha entrado en vigor y que se espera genere 276 millones del dólares al año para el 2024.