8 Sutiles Señales Que Te Indican Que Necesitas Grasas De Forma Urgente

Muchos rechazamos los alimentos ricos en grasa, porque los consideramos perjudiciales para la salud y porque nos hacen subir de peso. No obstante, la falta de grasas saludables está ligada a problemas serios en nuestro organismo. Los más inofensivos son los relacionados con la piel, membranas mucosas, intercambio de calor inadecuado, así como la irritabilidad.  Si una dieta baja en grasas se lleva por mucho tiempo, es probable que aparezcan problemas con el corazón, el hígado y la vesícula biliar. En esta ocasión hemos recopilado los síntomas no evidentes de que el cuerpo nos revela cuando necesita algo de grasa, pero no se lo damos.

 

¿Cuáles son las grasas que se consideran buenas para el organismo?

Es importante evitar los ácidos grasos saturados, es decir, aquellos que se unen fácilmente entre ellos y se depositan formando una capa de grasa corporal. Dentro de este grupo encontramos las carnes grasas, la comida rápida, confitería, margarina, aceite de palma y de coco.

Sin embargo, los ácidos grasos insaturados (omega-3, omega-6, omega-9) tienen un efecto positivo en nuestro sistema endocrino y en el metabolismo. La norma recomendada para una persona sana es de 50-80 gramos de grasas por día. Los alimentos con un alto contenido de estos deben ser incluidos en la dieta a diario. Entre estos productos, encontramos:

  • Pescado
  • Mariscos
  • Frutos secos
  • Aceites vegetales
  • Legumbres
  • Semillas (girasol, sésamo, lino)
  • Hortalizas (calabaza, maíz, brócoli, coliflor)
  • Frutas (aguacate)
  • Frutas del bosque (espino amarillo, rosa salvaje, grosella negra)
  • Huevos
  • Quesos
  • Frutas deshidratadas
  • Verduras (perejil, espinacas, cilantro)

Estas son las señales que dejamos pasar y que nos están advirtiendo que necesitamos más grasa de la que estamos consumiendo.

 

1. Tienes la piel seca y problemas con el cabello

 

 

Descamación e irritación de la piel, caspa, pérdida del cabello son síntomas que pueden revelar el hecho de que el cuerpo necesita ácidos grasos. Con razón son llamados “elementos de la belleza”,  porque su presencia en el cuerpo garantiza un cabello brillante, uñas fuertes y piel sana. Las células de la piel están protegidas por membranas compuestas de ácidos grasos omega-3 y omega-6. Son éstas las que aportan elasticidad a la piel y retienen la humedad.

La falta de grasa provoca que las propiedades protectoras de la piel se reduzcan en gran medida, produciéndose un envejecimiento prematuro. El uso de cosméticos no salvará la situación, ya que estos solo actúan en las capas superiores de la piel y eliminan los síntomas, pero no la causa. Consume estos productos : pescado, brócoli, aceites vegetales y frutos secos.

 

2. Tienes frío a menudo

 

Si tienes frío incluso cuando la temperatura en la habitación o en el exterior es agradable, es señal de que existe un intercambio de calor incorrecto, que puede deberse a un déficit de grasas, ya que hay una relación directa entre el nivel de grasas y la capacidad corporal de retener el calor. Para mejorar tu condición, debes añadir a tu dieta algunas paltas,  calabazas al horno, aceite de oliva y frutos secos.

 

3. Te cansas rápidamente

 

 

Las grasas saludables hacen que la absorción de hidratos de carbono sea más lenta y previenen de saltos repentinos de azúcar en sangre, permitiendo que el cuerpo funcione como debe. Además, para producir energía, el cuerpo necesita precisamente de las grasas. Si estas faltan en tu dieta, después de consumir hidratos de carbono simples puede producirse una fuerte y repentina fatiga, así como somnolencia. Consume estos alimentos para sentirte bien: frutos secos, quesos, huevos.

 

4. Eres propenso a los cambios de humor

 

 

Los ácidos grasos poliinsaturados ayudan con el estrés, ya que aumentan el nivel de serotonina (la hormona de la felicidad y el placer). Los ácidos grasos omega-3 se consideran fundamentales para el sistema nervioso, por lo que, para un buen estado de ánimo, debes incluir en tu dieta los frutos secos, pescado graso y semillas de lino.

 

5. No consigues perder peso

 

Comer grasa y perder peso no parecen compatibles, pero, en realidad, los nutricionistas han descubierto desde hace mucho que la pérdida de peso más eficaz tiene lugar cuando se reduce la cantidad de hidratos de carbono simples en la dieta, mientras se aumenta la proporción de las grasas saludables.  Te recomendamos probar este método, especialmente, si te has enfrentado con el así llamado “efecto meseta”: el peso permanece en su lugar, aunque antes estuvo bajando de forma activa.

 

6. Y siempre tienes hambre

 

El sentir hambre a todas horas, demuestra que el problema del déficit de grasas se manifiesta. Cuando la falta de grasas se convierte en algo crónico, se puede experimentar una sensación de hambre incluso después de una comida abundante. Curiosamente, las grasas saludables tienen un efecto bien diferente en el proceso de saciedad. Para suprimir de manera rápida y prolongada la sensación de hambre, debes dar preferencia al pescado rojo, tofu, queso de cabra y nueces. Las paltas, las verduras y los aceites vegetales son menos efectivos para tales casos.

 

7. Te cuesta concentrarte

 

Los ácidos grasos omega-3 estimulan la actividad mental mejor que todo, por eso, en tu caso, los mejores aliados serán el salmón, el atún, las semillas de lino, los frijoles y los mariscos.

Una escasa cantidad de grasas, poco a poco, conduce a una alteración del funcionamiento del cerebro: la memoria y el pensamiento se deterioran, a la persona le cuesta concentrarse. Una cantidad suficiente de ácidos insaturados permitirá mejorar el funcionamiento del sistema nervioso, las terminaciones nerviosas comienzan a transmitir las señales más rápido y, como resultado, la información llega al cerebro.

 

8. Tienes el síndrome del ojo seco

 

 

Algunas sensaciones desagradables como sequedad y enrojecimiento de los ojos son síntomas que los oftalmólogos definen como el síndrome del ojo seco. Pero el problema surge, no solo por el largo trabajo que se realiza frente a la computadora y por el aire seco, sino también por la carencia de grasas en la dieta. La razón es que los ácidos grasos influyen en la producción de la película lagrimal, que protege e hidrata al ojo.

Si no están presentes, disminuye el nivel de humidificación natural. Lo que se percibe especialmente en aquellas personas que utilizan lentes de contacto. Los mejores productos para la salud ocular son las grosellas negras, los pescados grasos, los mariscos, la calabaza, el brócoli y las espinacas. Ya lo sabes, comienza a consumir más grasas saludables y mejorarás tu salud y tu calidad de vida.