Cartola De Limón: Un Postre De Palacio

Para hacer una delicia dulce no necesitas más que una caja de galletas, leche condensada y algunos limones, para crear una suculenta receta de carlota de limón, ideal para una merienda o después de una comida.

Tiene una cierta similitud al pie de limón original, pero esta receta lleva añadido el huevo y el azúcar directamente en las galletas. Esta receta de origen francés es una pieza de repostería que todos podemos preparar en la comodidad de nuestro hogar.

Ingredientes

  • 1 lata de leche evaporada (360 ml)
  • 1 lata de leche condensada (397 gr.)
  • 2 paquetes de galletas tipo maría (170 gr.)
  • 6 – 8 limones
  • 1/2 lata de crema (225 gr.) (opcional)
  • 2 cucharaditas de canela en polvo (opcional)

Preparación

  1. Exprimir los limones.
  2. Añadir la leche evaporada y la condensada al jugo de limón. Con la batidora eléctrica forma una mezcla homogénea.
  3. En un molde pon la primera capa de galletas maría en el fondo.
  4. Verter sobre ellas un poco de la crema.
  5. Colocar la segunda capa de galletas maría.
  6. Verter el resto de la crema.

Como las galletas están listas no se utilizará el horno, solo se debe poner el molde con la carlota de limón en el congelador, por un mínimo de 30 minutos, para que el postre se solidifique. También se puede dejar todo un día en la nevera, evitando el uso del congelador. Ambos procedimientos son factibles.

Antes de servir, se pude agregar un poco de canela en polvo al gusto, o ralladura de cáscara de limón. Ambos ingredientes realzan tanto el sabor como la estética de la pieza.

Algunas versiones afirman que este postre tiene su origen en Inglaterra, durante el gobierno del Rey Jorge III. Según esta historia, el postre llevaría el nombre de su esposa, Carlota de Mecklemburgo-Strelitz.

Una segunda versión indica que el inventor del postre, Marie-Antoine Caréme, lo hizo al alterar la receta de un postre llamado charlotte russe. La carlota sería llamada así en honor a la esposa del Zar Nicolai I, sería el nombre de Carlota de Prusia.

Ambas figuras históricas fueron contemporáneas y dominaron a las naciones más poderosa del planeta. Quizás nunca se sabrá a ciencia cierta a cuál de las dos reinas se le debe atribuir el nombre de este postre. Lo cierto es que su sabor lo elevó, desde su creación, a un estatus monárquico en el mundo de la repostería.