Cómo Detectar Y Combatir La Calcificación Del Hombro

Como su nombre lo indica, la tendinitis calcificante del hombro ataca a esta articulación que regula el movimiento de los miembros superiores, por lo que limita el ángulo de apertura del brazo. Con mayor frecuencia se ha registrado en mujeres mayores de 40 años, que la sufren en el lado que más utilizan (las diestras en el lado derecho y viceversa). Sin embargo, aunque no las menos, también existen presentaciones clínicas bilaterales.


Calcificación del hombro: causas

La base es la acumulación de calcio en el tendón del manguito rotatorio del músculo supraespinoso, uno de los más relevantes de nuestra anatomía. Es un tejido blando que posee funciones fundamentales para nuestra movilidad. Además, la bursa del acromion puede calcificarse en este padecimiento.

Las bursas son bolsas de líquido articular que permiten lubricar las uniones entre dos huesos. La afectada, en este caso, es la que se encuentra bajo el hueso acromion.

El origen del padecimiento no está claro. Cuando se detecta la acumulación del mineral, es difícil precisar las razones de por qué se dio en un principio, especialmente porque se presenta en personas sin antecedentes traumatológicos claros. La artrosis o artritis focalizadas en otras articulaciones, por ejemplo, no es un factor de riesgo conocido. Asimismo, las alteraciones hormonales no se vinculan directamente con la tendencia al depósito del calcio.

De esta forma, muchos especialistas lo describen como una enfermedad típica del hombro solamente. Es distinto el caso de la artritis reumatoidea, una patología más generalizada que ataca las articulaciones como parte del síndrome total.

Los estudios no han sido concluyentes en la relación de este padecimiento con el deporte: aunque hay registros de personas que padecen calcificación en el hombro por sobre utilización, no es la regla. Y, en el extremo contrario, tampoco se le puede atribuir a la vida sedentaria.


Síntomas

El signo primordial es el dolor, con una intensidad que dependerá del momento evolutivo del trastorno, pues al comienzo no es más que una molestia pasajera que alerta que el calcio se está depositando de a poco. En una segunda etapa, el ataque es incapacitante y agudo.

Pero el dolor no significa que la patología se haya agravado en términos de la cantidad de calcio adherido, sino que se debe a la reabsorción del mineral que el cuerpo está intentando. Las acumulaciones mayores podrían ser más molestas, pero podrían no doler tanto.

Los tamaños voluminosos alteran estructuras vecinas y anquilosan tejidos, lo que genera el endurecimiento de células y fibras que deberían ser flexibles, por lo que la articulación termina presentando rigidez.

Esto se llama capsulitis adhesiva, una complicación de la calcificación que limita la apertura del brazo y genera pérdida de fuerza, dificultando sostener objetos con la mano o levantar tu brazo por encima de la cabeza.

La evolución es variable y, aún siguiendo un tratamiento, cada persona responderá de forma distinta: el padecimiento puede durar de meses a años.


El diagnóstico y tratamiento

Luego de una primera consulta por molestias o dolor en el hombro, deberá hacerse una radiografía de la articulación para evaluarla de forma más precisa. Esto servirá para descartar otros procesos, pero resulta difícil que el calcio acumulado se exprese en el examen. Para ello deberá hacerse una ecografía de partes blandas y una resonancia magnética nuclear, que pueden registrar signos de degeneración de los tendones afectados.

Uno de los signos clásicos es el achicamiento del espacio articular del hombro, lo que denota su mayor contacto con otros tejidos óseos.

Luego del diagnóstico, el traumatólogo indicará un abordaje que primero será conservador: antiinflamatorios y sesiones de fisioterapia.

En la kinesiología, las maneras de abordarlo son diversas: algunos profesionales prefieren maniobras manuales y otros se inclinan por ondas de choque o dispositivos con temperatura. Generalmente se prefiere el frío aplicado de manera local.

Solo en los casos más rebeldes se aconseja el abordaje quirúrgico, siendo la punción con trócar el procedimiento más empleado: introducir una aguja especial en el hombro que absorberá a calcificación.


Cuándo consultar

Si aparece un dolor en el hombro que suele intensificarse con los movimientos, deberías consultar. Especialmente si tienes una limitación del movimiento del brazo o al tratar de levantar el miembro por encima de la cabeza.

Aunque muchos de los casos se resuelven solos con el tiempo, debes llegar al diagnóstico mediante métodos complementarios: una ecografía basta para diagnosticar la calcificación del hombro y tratarla correctamente.