Calambres Nocturnos: Razones De Su Aparición Y Soluciones

Los calambres musculares son contracciones o espasmos súbitos, involuntarios en uno o más músculos. Son muy comunes y a menudo ocurren después del ejercicio. Algunas personas tienen calambres musculares, especialmente en las piernas, por la noche. Los calambres musculares afectan a personas de ambos sexos y ocurren en mayor medida en la noche.  Los calambres pueden durar entre 30 segundos y 10 minutos y luego desaparecer de manera intempestiva, aunque la sensación de incomodidad puede persistir durante horas.

Si aparece un calambre de vez en cuando, no es grave; pero si se multiplican o el dolor persiste durante mucho tiempo, debemos tomarlo como una señal de alarma. Siendo ese el caso, es de vital importancia consultar con un profesional para descartar una insuficiencia venosa o un posible reuma incipiente.

 

Es muy difícil de determinar la causa exacta de un calambre, pero los profesionales de la salud identificaron ciertos factores de riesgo comunes entre las personas que las padecen, por ejemplo:

Embarazo, Edad, Actividad física intensa, Dieta alimentaria desequilibrada (escaso aporte de sales minerales y fibras). La falta de agua, estar sentado en una sola posición durante mucho tiempo, exceso de esfuerzo de los músculos de las piernas, algunas condiciones médicas como el alcoholismo, el mal de Parkinson, tener pie plano o ser diabético.

Formas de Aliviar los Calambres

Existen algunos ejercicios de estiramientos de los músculos afectados, así como los masajes, que pueden ayudar a calmar los dolores asociados a los calambres.

Ejercicio de estiramiento en caso de calambre en las pantorrillas

Sentado, la pierna estirada y el pie hacia arriba. El ejercicio consiste en tomarse el extremo del pie con las manos y estirar hacia el cuerpo extendiendo la pierna del calambre.

Ejercicio de estiramiento en caso de calambre en el pie

Sentado, extiende los dedos para aliviar el dolor.

Otros consejos

Acostarse de espalda y estirar la pierna bien recta hacia el cuerpo. Sostener la posición unos 10 segundos.

Masajear la pierna dolorida con masajes que vayan de abajo hacia arriba para facilitar la circulación sanguínea. Lo ideal es repetir estos ejercicios de manera preventiva una o dos veces al día.

Formas de evitar los calambres

La alimentación y la hidratación son sumamente importantes. Es importante mantener una dieta equilibrada y diversificada rica en legumbres y fibras. La hidratación es fundamental. Beba suficiente agua a diario.

La actividad física también contribuye sobre todo si se realizan ejercicios de estiramiento que actúan de manera preventiva. Manténgase de pie, a 1 m de la pared e inclínese hacia adelante para tocarla con las manos sin despegar los pies del suelo. Mantenga esta posición durante 10 segundos, relaje 5 segundos más y vuelvo a repetir el ejercicio.

Antes de comenzar con una actividad deportiva intensa, es necesario precalentar los músculos que van a verse sometidos al esfuerzo. Además, es importante hidratarse de manera correcta.

Tomar un baño tibio y relajante ante de acostarse. Esto incrementará la circulación de la sangre.

Utilizar una almohadilla térmica en las zonas afectadas.

Las deficiencias de potasio y magnesio son muchas veces el origen de los calambres. Asegúrese de ingerir alimentos que contengan estos minerales.

Utilizar calzado ergonómico. Este tipo de calzado está específicamente diseñado para personas que permanecen de pie durante muchas horas. La suela está adaptada para reducir la presión al momento de caminar y al mismo tiempo ayuda a mejorar la alineación de la columna. También, distribuye el peso del cuerpo de manera uniforme.

La salud es lo primero, es por eso que si a pesar de todos estos consejos y precauciones continúa sintiendo de manera frecuente calambres, no deje de consultar con un médico. Algunas veces, los calambres musculares nocturnos están ligados a efectos secundarios de un tratamiento o constituyen los síntomas de enfermedades como la insuficiencia arterial y venosa o la neuropatía periférica. Por lo que no dejes pasar estas señales y acude a tu médico de cabecera.